No, no todos los metales son brillantes y sólidos. Si bien muchos metales poseen una apariencia brillante debido a su capacidad para reflejar la luz, existen algunas excepciones. Por ejemplo, el mercurio es un metal que existe en forma líquida a temperatura ambiente y no presenta una superficie brillante. Además, algunos metales, como el cobre, pueden empañarse o corroerse con el tiempo, lo que da como resultado una apariencia opaca o descolorida.