Prueba de sabor:
Pruebe una cantidad muy pequeña de la sustancia. La sal de mesa tiene un distintivo sabor salado. Sin embargo, tenga cuidado, ya que probar sustancias desconocidas puede ser riesgoso, así que solo realice esta prueba si cuenta con las medidas de seguridad adecuadas.
Prueba de solubilidad:
1. Tome una pequeña cantidad de la sustancia y colóquela en un vaso de agua.
2. Revuelva bien la mezcla. La verdadera sal de mesa (cloruro de sodio) se disolverá fácilmente en agua. Si la sustancia se disuelve completamente sin dejar residuos, podría indicar la presencia de sal de mesa.
3. Si la sustancia no se disuelve o solo se disuelve parcialmente, probablemente no sea sal de mesa pura.
Reacción con Nitrato de Plata:
1. Disuelva una pequeña cantidad de la sustancia en agua.
2. Agregue unas gotas de solución de nitrato de plata (AgNO3) a la sustancia disuelta.
3. Observa la reacción. Si se forma un precipitado blanco (un sólido que se forma a partir de una reacción química), podría ser un indicio de la presencia de iones cloruro (Cl-) que están presentes en la sal de mesa. La formación de un precipitado blanco es indicativa de la formación de cloruro de plata (AgCl).
Prueba de llama:
Sostenga una pequeña cantidad de la sustancia con unas pinzas y colóquela en la llama de un mechero Bunsen o de una cerilla.
Observa el color de la llama. La sal de mesa, cuando se calienta, produce una llama de color amarillo anaranjado debido a la presencia de iones de sodio (Na+).
Sin embargo, es importante tener en cuenta que otros compuestos también pueden producir una llama de color amarillo anaranjado, por lo que esta prueba por sí sola puede no ser concluyente.
Siempre es recomendable consultar con un químico profesional o realizar pruebas de laboratorio más exhaustivas para identificar con precisión una sustancia cristalina desconocida. Los métodos descritos anteriormente pueden proporcionar indicaciones de la presencia de sal de mesa, pero puede ser necesario realizar más análisis para una identificación definitiva.