He aquí por qué no se recomienda beber agua salada:
Deshidratación: Cuando bebes agua salada, la concentración de sal en tu cuerpo aumenta. Esto hace que los riñones excreten más orina en un intento de diluir los niveles de sal, lo que provoca deshidratación. Cuanta más agua salada bebes, más deshidratado te vuelves, lo que puede causar una variedad de problemas de salud.
Desequilibrio electrolítico: El consumo de agua salada puede alterar el delicado equilibrio de electrolitos del cuerpo, como el potasio, el magnesio y el calcio. Este desequilibrio puede provocar calambres musculares, náuseas, vómitos, confusión, convulsiones e incluso problemas cardíacos.
Sobrecarga de sodio: La ingesta excesiva de sodio procedente del agua salada puede ejercer presión sobre los riñones, el corazón y los vasos sanguíneos. Puede elevar la presión arterial, aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal.
Hipernatremia: En casos extremos, beber grandes cantidades de agua salada puede provocar hipernatremia, una afección caracterizada por niveles peligrosamente altos de sodio en la sangre. Esta afección puede causar complicaciones graves, como convulsiones, coma e incluso la muerte.
Es fundamental mantenerse hidratado bebiendo agua fresca, especialmente en ambientes cálidos o húmedos o durante actividades físicas que provoquen sudoración. Evite consumir agua salada como medio de hidratación y consulte a un médico si tiene dudas sobre su estado de hidratación o experimenta algún efecto adverso por beber agua salada.