No, la mayoría de los sólidos no son densos y difíciles de comprimir. De hecho, muchos sólidos son bastante comprimibles y tienen densidades relativamente bajas. Por ejemplo, la madera, el corcho y la espuma de poliestireno son sólidos muy comprimibles y tienen bajas densidades. Incluso algunos metales, como el aluminio y el cobre, son relativamente comprimibles.