1. Resonancia: Los metales tienen excelentes propiedades de resonancia, lo que significa que pueden vibrar y producir sonidos claros y sostenidos cuando se golpean. La frecuencia natural de una campana de metal está determinada por su tamaño, forma y composición. Cuando se golpea la campana, sus átomos vibran, creando ondas sonoras que resuenan y amplifican el sonido. Por el contrario, la madera tiene malas propiedades de resonancia y amortigua rápidamente las vibraciones, por lo que no es adecuada para crear sonidos fuertes y claros.
2. Durabilidad: Los metales son muy duraderos y pueden soportar golpes repetidos sin romperse ni deformarse. Las campanas suelen estar sujetas a un uso intensivo y el metal es el material preferido debido a su resistencia y longevidad. La madera, por otro lado, no es tan fuerte ni duradera y puede agrietarse o romperse con el tiempo.
3. Volumen: Los metales producen sonidos más fuertes que la madera debido a su mayor resonancia y densidad. La densa estructura de los metales permite una transmisión eficiente de las ondas sonoras, lo que resulta en un mayor volumen y proyección del sonido. La madera, al ser menos densa, absorbe más energía sonora, lo que reduce el volumen general de la campana.
4. Mantener: Las campanas de metal tienen un sostenido o duración del sonido más larga en comparación con las campanas de madera. La alta resonancia de los metales permite que el sonido persista y decaiga gradualmente, creando un tono más agradable y armonioso. La madera tiene un sostenido más corto debido a su pobre resonancia y rápida amortiguación de las vibraciones.
5. Versatilidad: Los metales ofrecen una mayor versatilidad en términos de calidad de sonido y tono. Variando la composición, forma y tamaño de la campana, se pueden conseguir diferentes timbres y tonos. Esto permite la creación de una amplia gama de campanas musicales con sonidos distintos. La madera, por otro lado, tiene una versatilidad limitada y sólo puede producir una gama estrecha de tonos.
6. Rentabilidad: Los metales son relativamente rentables para producir campanas en comparación con otros materiales. La durabilidad y longevidad de las campanas de metal las convierten en una inversión que vale la pena, ya que pueden soportar años de uso sin necesidad de reemplazos frecuentes. La madera, aunque potencialmente menos costosa inicialmente, puede requerir reemplazos más frecuentes debido a su menor durabilidad.