La mayoría de los geles para el cabello son ligeramente ácidos, con un pH entre 4 y 6. Esto se debe a que los geles ácidos ayudan a cerrar la cutícula del cabello, lo que hace que el cabello luzca más brillante y suave. Los geles alcalinos, por otro lado, pueden hacer que la cutícula del cabello se abra, lo que puede provocar encrespamiento y daños. También se encuentran disponibles geles neutros, pero no son tan comunes como los geles ácidos o alcalinos.