1. Secado químico: Este método implica hacer pasar gas amoníaco a través de un desecante, como cloruro de calcio o hidróxido de sodio, que absorbe la humedad del gas.
2. Secado físico: Este método implica enfriar el gas amoníaco por debajo de su punto de rocío, lo que hace que el vapor de agua se condense y se separe del gas.
3. Secado de membrana: Este método utiliza una membrana semipermeable para separar el vapor de agua del gas amoniaco. La membrana permite el paso del vapor de agua pero bloquea el paso del amoníaco.
4. Secado por tamiz molecular: Este método utiliza un tamiz molecular, que es un material poroso con poros pequeños que atrapan las moléculas de agua pero permiten el paso de las moléculas de amoníaco.
La elección del método de secado depende de los requisitos específicos del proceso.