Agente leudante:El bicarbonato de sodio es un agente leudante químico. Cuando reacciona con un ácido, libera dióxido de carbono. Este gas hace que la mezcla de caramelo suba y adquiera una textura más ligera. En el caramelo, se agrega un ingrediente ácido, como jugo de limón o crémor tártaro, para reaccionar con el bicarbonato de sodio y crear la elevación deseada.
Mejora de la caramelización:el bicarbonato de sodio ayuda a mejorar el proceso de caramelización del caramelo. Acelera la reacción de Maillard, que es una reacción química entre aminoácidos y azúcares reductores que produce el característico color marrón, sabor y aroma del caramelo. Al promover la caramelización, el bicarbonato de sodio contribuye al rico color marrón dorado y al sabor profundo del producto final.
Mejora de la ternura y la textura:el bicarbonato de sodio contribuye a la textura general del caramelo. Ayuda a evitar que el caramelo se vuelva demasiado duro o quebradizo. La adición de bicarbonato de sodio da como resultado una textura más suave y masticable, lo que hace que el caramelo sea más agradable de morder y masticar.
Equilibrio del pH:el bicarbonato de sodio tiene una naturaleza ligeramente alcalina. Ayuda a equilibrar la acidez de otros ingredientes de la receta del toffe, como el jugo de limón o el crémor tártaro. Esto ayuda a garantizar que el caramelo no se vuelva demasiado ácido, lo que da como resultado un perfil de sabor bien equilibrado.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el bicarbonato de sodio debe usarse con moderación al preparar toffee. Demasiado bicarbonato de sodio puede provocar un sabor amargo y un color verdoso en el producto final. Por lo tanto, es fundamental seguir la receta y utilizar la cantidad recomendada de bicarbonato de sodio para lograr los resultados deseados en la elaboración de toffee.