Esta diferencia se refleja en la forma en que se nombran estos dos tipos de azúcares. Los azúcares aldehídos se nombran agregando el sufijo "-osa" al nombre del aldehído, mientras que los azúcares cetonas se nombran agregando el sufijo "-ulosa" al nombre de la cetona.
Por ejemplo, el azúcar aldehído más simple es el gliceraldehído, que tiene un grupo aldehído en el primer átomo de carbono. El azúcar cetona más simple es la dihidroxiacetona, que tiene un grupo ceto en el segundo átomo de carbono.
Tanto los azúcares aldehídos como los azúcares cetónicos son importantes en biología. Los azúcares aldehídos se utilizan como fuente de energía, mientras que los azúcares cetonas se utilizan en una variedad de otros procesos, como la señalización celular y la glicosilación de proteínas.