- Ácido tánico: Este es el polifenol más abundante en el té y es responsable de su sabor amargo y astringente. El ácido tánico puede unirse a las proteínas de la saliva, creando una sensación de sequedad y arrugas en la boca.
- Ácido cafeico: Este ácido se encuentra tanto en el té negro como en el verde y tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
- Ácido clorogénico: Este ácido se encuentra en concentraciones más altas en el té verde y se ha relacionado con varios beneficios para la salud, incluida la pérdida de peso y un mejor control del azúcar en sangre.
- Ácido gálico: Este ácido se encuentra tanto en el té negro como en el verde y tiene propiedades antioxidantes y anticancerígenas.
El tipo y la concentración de ácidos en el té pueden variar según el tipo de té, las condiciones de cultivo y el método de procesamiento.