Los compuestos iónicos se forman por la transferencia de electrones de un elemento a otro. Normalmente, los metales son los donadores de electrones, mientras que los no metales son los aceptores de electrones. Sin embargo, existen algunas excepciones a esta regla, como es el caso del cloruro de amonio, en el que el ion amonio es un ion cargado positivamente derivado del amoniaco, una molécula no metálica.