El azúcar (sacarosa) es un compuesto covalente, lo que significa que está formado por átomos unidos por electrones compartidos. Las fuerzas intermoleculares del azúcar son fuerzas de van der Waals. Las fuerzas de Van der Waals son fuerzas de atracción débiles que ocurren entre todas las moléculas. Son causadas por fluctuaciones en la nube de electrones de una molécula, que crean cargas temporales positivas y negativas.
El amoníaco (NH3) es un compuesto covalente polar, lo que significa que tiene un extremo positivo permanente y un extremo negativo permanente. Las fuerzas intermoleculares del amoníaco son los enlaces de hidrógeno. Los enlaces de hidrógeno son mucho más fuertes que las fuerzas de van der Waals. Esta atracción más fuerte entre las moléculas es la razón por la que el amoníaco tiene un punto de fusión y un punto de ebullición más bajos que el azúcar. Los enlaces de hidrógeno hacen que las moléculas del amoníaco se atraigan más entre sí, lo que dificulta su separación.
En resumen, el azúcar tiene fuerzas de van der Waals más débiles entre sus moléculas, mientras que el amoníaco tiene enlaces de hidrógeno más fuertes entre sus moléculas. Esta diferencia en las fuerzas intermoleculares conduce a diferentes propiedades físicas, como los puntos de fusión y los puntos de ebullición.