El enlace entre el rubidio y el oxígeno es un enlace iónico. En un enlace iónico, un átomo dona electrones a otro átomo, creando iones con cargas opuestas que se atraen entre sí. En el caso del rubidio y el oxígeno, el rubidio dona su único electrón de valencia al oxígeno, lo que da como resultado la formación de iones Rb+ y O2-. Luego, estos iones se atraen entre sí para formar un compuesto iónico, óxido de rubidio (Rb2O).