1. Disolución:
- Añadir agua a la mezcla de cloruro de zinc y óxido de silicio. El cloruro de zinc es soluble en agua, mientras que el óxido de silicio no lo es.
2. Filtración:
- Filtrar la mezcla utilizando un papel de filtro o un embudo Buchner. Las partículas de óxido de silicio quedarán retenidas en el papel de filtro, mientras que la solución de cloruro de zinc pasará a través de él.
3. Evaporación:
- Recoger la solución de cloruro de zinc en un vaso de precipitados y calentar suavemente. Esto hará que el agua se evapore, dejando cloruro de zinc sólido.
4. Sublimación:
- Si se desea, se puede purificar aún más el cloruro de zinc mediante sublimación. Calentar el cloruro de zinc sólido en un recipiente cerrado hasta que se vaporice. Luego, el vapor se condensará en una superficie más fría, dejando cristales de cloruro de zinc puro.
5. Lavado:
- Los residuos de óxido de silicio presentes en el papel de filtro se pueden lavar con agua o un disolvente adecuado para eliminar posibles restos de cloruro de zinc.
Si sigue estos pasos, podrá separar eficazmente el cloruro de zinc del óxido de silicio.