Los cambios químicos siempre absorben o desprenden energía. Esto se debe a que las reacciones químicas implican la ruptura y formación de enlaces químicos, y estos procesos requieren energía. Cuando se rompen los enlaces, se absorbe energía; cuando se forman enlaces, se libera energía. La cantidad de energía que se absorbe o se desprende depende de la reacción química específica que esté ocurriendo.