Plata: La plata es un metal blanco brillante que también se utiliza habitualmente en las monedas. Es un material versátil que se puede trabajar y alear fácilmente con otros metales. Las monedas de plata se han producido desde la antigüedad y se han utilizado para diversos fines, incluido el comercio y la colección numismática.
Cobre: El cobre es un metal de color marrón rojizo que a menudo se alea con otros metales para aumentar la durabilidad y crear diferentes colores. Las monedas de cobre se han utilizado ampliamente a lo largo de la historia, particularmente para denominaciones de menor valor debido a su asequibilidad y facilidad de producción.
Níquel: El níquel es un metal duro, de color blanco plateado, resistente a la corrosión. Se utiliza comúnmente en acuñación como elemento de aleación para mejorar la resistencia y la durabilidad. Las monedas de níquel se encuentran en varias monedas de todo el mundo y, a menudo, se utilizan para denominaciones de valor medio.
Zinc: El zinc es un metal de color blanco azulado que a menudo se alea con otros metales para mejorar la dureza y la resistencia a la corrosión. Las monedas de zinc se han utilizado en diferentes países por motivos prácticos y económicos.
Aluminio: El aluminio es un metal liviano de color blanco plateado que se usa comúnmente en las monedas modernas debido a su bajo costo, durabilidad y resistencia a la corrosión. Las monedas de aluminio se utilizan a menudo para denominaciones de bajo valor y se producen en grandes cantidades.
Otros elementos: Algunas monedas pueden contener oligoelementos o aleaciones adicionales para modificar sus propiedades o lograr las características deseadas, como el color, la dureza o la resistencia al desgaste. Estos elementos pueden incluir estaño, manganeso, magnesio y titanio, entre otros.