Para evitar que esto suceda, el gas amoniaco se recoge mediante transporte ascendente. Esto significa que el gas amoníaco se dirige hacia arriba a un recipiente que está lleno de un gas inerte seco como nitrógeno o argón. El gas inerte impide que el gas amoniaco entre en contacto con el agua y, por tanto, evita la formación de hidróxido de amonio.
Además, la recogida de gas amoniaco mediante suministro ascendente también ayuda a evitar la contaminación del gas con otras sustancias. Si el gas amoníaco se recolectara sobre el agua, podría absorber impurezas del agua, como minerales disueltos o materia orgánica. Estas impurezas podrían interferir con el uso posterior del gas amoníaco.
Por lo tanto, el gas amoníaco se recoge mediante suministro ascendente para evitar que reaccione con el agua y evitar la contaminación del gas.