1. Captura y almacenamiento de carbono (CAC) :Esto implica capturar las emisiones de CO2 de fuentes industriales, como las centrales eléctricas, y almacenarlas a gran profundidad en formaciones geológicas. El CO2 capturado puede inyectarse en yacimientos agotados de petróleo y gas, acuíferos salinos profundos o formaciones de basalto.
2. Captura y utilización de carbono (CCU) :Este proceso implica capturar CO2 y utilizarlo como recurso para diversas aplicaciones industriales, como la fabricación de cemento, plásticos y fertilizantes. CCU también puede implicar la conversión de CO2 en biocombustibles o energía renovable.
3. Captura y almacenamiento de carbono en bioenergía (BECCS) :BECCS implica capturar las emisiones de CO2 procedentes de la producción de bioenergía, como las centrales eléctricas de biomasa. Luego, el CO2 se almacena bajo tierra, de forma similar a la CCS. BECCS se considera una tecnología de emisiones negativas porque elimina CO2 de la atmósfera mientras genera energía.
4. Captura directa de aire (DAC) :DAC se refiere al proceso de capturar CO2 directamente del aire ambiente. Esto se hace utilizando diversas tecnologías, como disolventes líquidos, sorbentes sólidos o sistemas basados en membranas. El CO2 capturado del DAC puede almacenarse bajo tierra, utilizarse industrialmente o usarse para BECCS.
La viabilidad y eficacia de las tecnologías de captura de carbono varían según factores como el costo, los requisitos de energía, los impactos ambientales y la escalabilidad. La investigación y el desarrollo en curso tienen como objetivo mejorar la eficiencia y reducir los costos asociados con la captura de carbono, ya que se considera una tecnología crucial para mitigar el cambio climático y lograr objetivos de emisiones netas cero.