Los convertidores catalíticos pueden estropearse por varias razones, entre ellas:
* Daño por calor: Los convertidores catalíticos funcionan a temperaturas muy altas y, con el tiempo, este calor puede dañar el material del catalizador.
* Daños mecánicos: Los convertidores catalíticos pueden dañarse si el automóvil recibe un golpe o si se cae de un gato.
* Daño químico: Los convertidores catalíticos pueden resultar dañados por ciertos productos químicos, como el anticongelante y el aceite.
* Envejecimiento: Los convertidores catalíticos simplemente se desgastan con el tiempo.
Cuando un convertidor catalítico falla, puede causar una serie de problemas, que incluyen:
* Aumento de emisiones: Un convertidor catalítico dañado permitirá que más contaminantes dañinos escapen a la atmósfera.
* Eficiencia de combustible reducida: Un convertidor catalítico dañado puede hacer que el automóvil funcione de manera menos eficiente, lo que puede provocar un mayor consumo de combustible.
* Daños en el motor: Un convertidor catalítico dañado puede hacer que el motor funcione más caliente de lo normal, lo que puede provocar daños en el motor.
Si sospecha que su convertidor catalítico está averiado, es importante que lo revise un mecánico lo antes posible. Reemplazar un convertidor catalítico puede resultar costoso, pero vale la pena para evitar los problemas que puede causar uno dañado.
A continuación se ofrecen algunos consejos que le ayudarán a mantener su convertidor catalítico en buenas condiciones:
* Utilice combustible sin plomo: El combustible con plomo puede dañar el material del catalizador en los convertidores catalíticos.
* Evita que el coche se quede sin gasolina: Quedar sin gasolina puede provocar que el convertidor catalítico se sobrecaliente.
* No conduzca por carreteras en mal estado: Los caminos en mal estado pueden dañar el convertidor catalítico.
* Haga revisar periódicamente el catalizador: Es importante hacer revisar el convertidor catalítico periódicamente para detectar cualquier problema a tiempo.