Los preprints tienen varias ventajas sobre las revistas tradicionales revisadas por pares. Primero, son mucho más rápidos de publicar. Una preimpresión se puede publicar en línea en cuestión de días, mientras que un artículo revisado por pares puede tardar meses o incluso años en publicarse. Esta velocidad es esencial en una pandemia, cuando constantemente surge nueva información sobre el virus.
En segundo lugar, las preimpresiones son de acceso abierto. Cualquier persona con conexión a Internet puede leer una preimpresión, independientemente de si tiene una suscripción a una revista. Esto hace que los preprints sean un recurso valioso para los investigadores de países de ingresos bajos y medios, que tal vez no tengan acceso a la literatura revisada por pares más reciente.
En tercer lugar, las preimpresiones permiten una rápida retroalimentación. Cuando una preimpresión se publica en línea, otros investigadores pueden comentarla y criticarla inmediatamente. Esta retroalimentación puede ayudar a mejorar la calidad de la preimpresión e identificar errores antes de su publicación.
Por supuesto, las preimpresiones también tienen algunas desventajas. Una preocupación es que pueden contener información inexacta o engañosa. Sin embargo, este riesgo se puede mitigar leyendo críticamente los preprints y considerando la fuente de la información.
Otra preocupación es que las preimpresiones puedan usarse para descubrir a otros investigadores. Esto puede suceder cuando un investigador publica una preimpresión sobre un tema en el que también está trabajando otro investigador. Sin embargo, este riesgo se puede mitigar publicando preimpresiones con anticipación e incluyendo una declaración clara de autoría.
En general, los preprints han sido una herramienta valiosa para la comunicación científica durante la pandemia de COVID-19. Han permitido a los investigadores compartir sus hallazgos de forma rápida y abierta, y han facilitado una rápida retroalimentación y colaboración. Es probable que los preprints sigan desempeñando un papel importante en la comunicación científica más allá de la pandemia.
A continuación se muestran algunos ejemplos específicos de cómo los preprints han acelerado la comunicación científica durante la pandemia:
* En enero de 2020, investigadores chinos publicaron una preimpresión sobre el genoma del nuevo coronavirus. Esta preimpresión se tradujo rápidamente al inglés y se compartió con investigadores de todo el mundo. Permitió a los investigadores comenzar a desarrollar vacunas y tratamientos para COVID-19 mucho antes de lo que hubieran podido hacerlo de otra manera.
* En marzo de 2020, un grupo de investigadores de Estados Unidos publicó una preimpresión sobre la eficacia de las mascarillas para prevenir la propagación del COVID-19. Esta preimpresión fue rápidamente recogida por los medios y ayudó a crear conciencia sobre la importancia del uso de mascarillas.
* En abril de 2020, un grupo de investigadores del Reino Unido publicó una preimpresión sobre los posibles beneficios de la hidroxicloroquina para el tratamiento de la COVID-19. Esta preimpresión fue ampliamente discutida en las redes sociales y dio lugar a varios ensayos clínicos de hidroxicloroquina.
Estos son sólo algunos ejemplos de cómo los preprints han acelerado la comunicación científica durante la pandemia de COVID-19. Los preprints han desempeñado un papel fundamental a la hora de ayudar a los investigadores a compartir sus hallazgos de forma rápida y abierta, y han facilitado una rápida retroalimentación y colaboración. Es probable que los preprints sigan desempeñando un papel importante en la comunicación científica más allá de la pandemia.