Metilación del ADN :La metilación del ADN es una de las modificaciones epigenéticas mejor estudiadas. Implica la adición de un grupo metilo a la posición del carbono 5 de los nucleótidos de citosina, a menudo en el contexto de los dinucleótidos CpG. La metilación del ADN suele asociarse con el silenciamiento de genes. Las regiones altamente metiladas, conocidas como islas CpG, se encuentran a menudo en las regiones promotoras de los genes y pueden impedir la unión de factores de transcripción y otras proteínas reguladoras, inhibiendo así la expresión génica.
Modificaciones de histonas :Las histonas son proteínas que el ADN envuelve para formar cromatina, el material estructural de los cromosomas. Pueden ocurrir varias modificaciones químicas en las colas de histonas, incluyendo acetilación, metilación, fosforilación y ubiquitinación. Estas modificaciones pueden alterar la estructura y accesibilidad de la cromatina, afectando la expresión genética. Por ejemplo, la acetilación de histonas generalmente se asocia con la activación genética, mientras que la metilación de histonas puede tener efectos dependientes del contexto sobre la expresión genética.
ARN no codificantes :Los ARN no codificantes (ncRNA) son moléculas de ARN que no codifican proteínas. Ciertos tipos de ncRNA, como los microRNA (miRNA) y los pequeños RNA de interferencia (siRNA), pueden unirse a moléculas de mRNA específicas e impedir su traducción en proteínas. Este mecanismo, conocido como ARN de interferencia (ARNi), desempeña un papel en el silenciamiento y la regulación de genes.
Bucles de ADN y aislantes :Los bucles de ADN y la formación de bucles de cromatina pueden acercar elementos reguladores distantes, como potenciadores y silenciadores, a los promotores de genes. Los aislantes son secuencias de ADN que bloquean la interacción de los potenciadores con los promotores, impidiendo la activación de los genes. Estos mecanismos pueden contribuir al silenciamiento de genes mediante la creación de barreras físicas o límites regulatorios.
Es importante señalar que las modificaciones químicas del ADN a menudo funcionan en conjunto con otros factores y mecanismos reguladores para lograr un control preciso sobre la expresión genética. Las alteraciones o patrones anormales en estas modificaciones pueden provocar una desregulación genética y contribuir a diversas enfermedades, incluido el cáncer y los trastornos del desarrollo.