Electrólisis del agua: Este es el método más común para generar oxígeno en el espacio. El agua se divide en hidrógeno y oxígeno mediante una corriente eléctrica. Luego, el hidrógeno se expulsa al espacio, mientras que el oxígeno se utiliza para reponer el aire de la cabina.
Generación química: El oxígeno también puede generarse mediante reacciones químicas. Por ejemplo, el superóxido de potasio (KO2) reacciona con el dióxido de carbono (CO2) para producir oxígeno y carbonato de potasio (K2CO3).
Oxígeno sólido: En algunos casos, las naves espaciales pueden llevar botes de oxígeno sólido que pueden usarse para reponer el aire de la cabina. Este método es relativamente simple y confiable, pero requiere mucho espacio de almacenamiento.
Generación biológica: Las plantas también se pueden utilizar para generar oxígeno. Este método es más complejo y requiere un mantenimiento regular, pero tiene la ventaja de poder producir un suministro continuo de oxígeno.
El método específico de generación de oxígeno utilizado en una nave espacial dependerá de varios factores, incluido el tamaño de la tripulación, la duración de la misión y los requisitos de peso y potencia del sistema.