Los microscopios son un desarrollo científico increíblemente importante, ya que su invención abrió completamente el campo de la microbiología. Si bien los microscopios modernos pueden mejorar las imágenes mucho más allá de sus contrapartes anteriores, también tienen diferentes niveles de sofisticación tecnológica y encuentran uso en diferentes campos. Los tipos de microscopios se pueden dividir en tres categorías principales: óptica, electrónica y microscopios de sonda de barrido. La idea más antigua conocida de un microscopio data de la Inglaterra del siglo XIII, pero los historiadores atribuyen la invención del primer microscopio adecuado, que cayó en la categoría óptica, a tres fabricantes de gafas holandeses, padre e hijo Hans y Zacharias Jansen, y su colega Hans Lippershey. La mayoría de estos inventos pueden pertenecer a las tres categorías más grandes mencionadas anteriormente, pero hay excepciones, como el microscopio de rayos X y el microscopio ultrasónico.
TL; DR (demasiado largo; no leído)
Los científicos usan tres tipos de microscopios, cada uno con sus propios fines: óptico, de electrones y sonda de barrido.
Microscopios ópticos: A First
El microscopio más simple y más temprano utilizado lente singular convexa para ampliar una imagen colocada bajo su foco. Con el paso de los años, los científicos agregaron más lentes, creando microscopios compuestos con un aumento cada vez más poderoso. Los microscopios compuestos pueden hacer que objetos tan pequeños como 0.2 nanómetros sean visibles para el ojo humano. Desarrollos adicionales ayudaron a hacer de esta herramienta relativamente simple una herramienta efectiva, como la adición de una luz colocada detrás del sujeto del microscopio (asumiendo que es algo transparente) o el uso de diferentes características de luz estratégicas para iluminar mejor a diferentes sujetos; algunas luces son mejores para iluminar cristales, por ejemplo. Los microscopios ópticos pueden proporcionar altos niveles de aumento, pero con baja resolución, y son el tipo de microscopio más comúnmente encontrado.
Microscopios electrónicos disparan partículas pequeñas
Los microscopios electrónicos disparan haces de electrones en su sujeto, que se mantiene en un tubo sin aire, sellado al vacío. Los científicos a menudo usan estos microscopios para estudiar las células. En el caso de los microscopios electrónicos de transmisión, los electrones disparan a través de un sujeto delgado y deshidratado, golpeando una película colocada detrás del sujeto, formando una imagen que incluye las estructuras internas de una célula. Los microscopios electrónicos de barrido disparan un rayo de electrones sobre la superficie de un sujeto, creando una imagen tridimensional. Estos microscopios tienen un aumento de hasta un millón de veces lo que un ojo humano puede ver con una resolución clara.
Microscopio de sonda de barrido Utilice una punta muy fina
Este microscopio ejecuta una sonda, cuya punta metálica puede ser tan pequeño como un átomo, sobre una superficie microscópica. La sonda puede medir varias cosas a medida que se desplaza sobre el sujeto, desde la profundidad física hasta las fuerzas electrónicas y magnéticas. Estos microscopios pueden ser increíblemente poderosos y pueden resolver sujetos más pequeños que un nanómetro; sin embargo, las imágenes resultantes no tienen color porque la sonda mide otras cosas además de la luz visible. Esta tecnología comenzó en 1981, en una iteración anterior llamada microscopio de efecto túnel de barrido.