Ya sea que lo sepas o no, estás respirando argón en este momento. Pero no hay necesidad de alarmarse: este gas incoloro e inodoro constituye apenas un 0,94 por ciento del aire a su alrededor, y es tan poco reactivo que no tiene ningún efecto sobre organismos vivos como los humanos. Esta pequeña cantidad de argón no es muy importante para la biología ni para el clima de la Tierra, pero es útil para los científicos y la sociedad moderna.
Producción
La principal importancia de Argon radica en su valor para la industria. Toda la gente del argón se obtiene de la atmósfera. Antes de que pueda ser utilizado, sin embargo, el argón primero debe aislarse. Los fabricantes purifican el argón primero enfriando el aire hasta que esté líquido, luego hirviendo el aire líquido y separándolo en sus componentes a través de un proceso llamado destilación fraccionada. Este mismo proceso produce nitrógeno líquido y oxígeno, por lo que el argón es esencialmente un subproducto de su fabricación.
Industria
Cuando el metal se suelda, se calienta a temperaturas muy altas; si se deja sin protección, podría reaccionar con oxígeno en el aire circundante. Los gases de protección protegen el metal durante la soldadura para evitar que se oxide. El argón es altamente inerte, lo que significa que no reacciona con otros productos químicos, por lo que es un gas protector eficaz en la soldadura. Su naturaleza inerte también hace que el argón sea muy útil para la producción de titanio y otros materiales reactivos como el silicio, ya que estos tienden a oxidarse rápidamente si no se los protege del aire circundante.
Otros usos
Bombillas incandescentes típicamente contienen argón ya que este gas inerte no reaccionará con el filamento incluso a temperaturas muy altas. Algunas ventanas de vidrio de doble pared emplean argón como aislante entre los dos paneles de vidrio, ya que es un conductor de calor muy pobre. Gracias a sus propiedades no reactivas y su valor como aislante, el argón también se usa a veces para inflar trajes secos para el buceo.
Ice Core Data
Los científicos que estudian el clima de la Tierra necesitan reconstruir cómo el planeta el clima ha cambiado a lo largo de milenios para tener una mejor idea de las tendencias futuras. Los núcleos de hielo son una herramienta valiosa para este tipo de investigación. Los científicos profundizan en una capa de hielo en la Antártida o Groenlandia, extraen una muestra cilíndrica de la lámina y miden las concentraciones de nitrógeno, argón y otros gases atrapados en el hielo. La proporción de isótopos de argón puede ayudar a los científicos a determinar los datos de temperatura promedio durante un período de tiempo dado.