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Los gases inertes como el argón generalmente no forman enlaces químicos, excepto en condiciones extremas, como el frío helado del espacio exterior. Como se comparte en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, un equipo internacional de científicos ha desarrollado un enfoque innovador para diseñar y generar iones gaseosos que se unen incluso al argón a temperatura ambiente. Esta sorprendente innovación crea oportunidades para activar compuestos y elementos inertes y utilizarlos de nuevas formas.
Los científicos confiaron en iones cargados positivamente cuando intentaron unir argón en el pasado. Consideraron que estos iones eran "electrófilos" debido a su afinidad por compartir electrones. El nuevo enfoque introduce una idea aparentemente contradictoria. Los iones especiales cargados negativamente pueden actuar como superelectrófilos. Esta forma única de ver la encuadernación abre la puerta a oportunidades fundamentalmente nuevas.
Científicos de la Universidad de Leipzig en Alemania, Universidad de Wuppertal, y la Universidad de Bremen se unieron a colegas de la Universidad del Estado Libre en Sudáfrica, Universidad de Washington, Universidad de Purdue, Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico, y EMSL, el Laboratorio de Ciencias Moleculares Ambientales, para responder una pregunta desconcertante. ¿Bajo qué circunstancias bien definidas podrían los iones cargados negativamente volverse lo suficientemente reactivos para unirse con el argón? Teorizaron que un andamiaje de átomos cargados negativamente alrededor de un centro fuerte cargado positivamente podría ser excepcionalmente reactivo y mostrar diferentes propiedades de unión que un ion altamente reactivo cargado positivamente solo. Para validar el concepto, sintetizaron la molécula doblemente cargada negativamente más estable jamás investigada. Al refinarlo se demostró además que un fragmento cargado negativamente podía unirse espontáneamente al argón a temperatura ambiente. Usando el equipo de espectroscopía fotoelectrónica de baja temperatura de EMSL junto con estudios computacionales de alto nivel, caracterizaron esta molécula como altamente reactiva y estructuralmente estable. El trabajo podría conducir a la activación de otros compuestos y elementos inertes.