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    Una proteína de la leche podría usarse para dar alimentos que combatan el cáncer, propiedades que estimulan el sistema inmunológico

    Los científicos de A * STAR han desarrollado un sistema para transportar una proteína funcional a los tejidos del tracto digestivo donde puede conferir una variedad de beneficios para la salud. Esto supera los obstáculos anteriores en los que las moléculas se descomponían antes de que pudieran alcanzar sus receptores objetivo.

    Lactoferrina que se encuentra naturalmente en la leche materna, es una proteína biológicamente activa que proporciona un apoyo vital durante la primera infancia. También tiene antimicrobianos, propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas, e incluso puede ayudar con la pérdida de peso. Adultos sin embargo, no pueden beneficiarse de la lactoferrina en la dieta porque las enzimas digestivas y el ácido en sus estómagos maduros degradan la proteína antes de que llegue al intestino delgado. Está allá, dice Maxim Kiryukhin de A * STAR, que se cree que los receptores de lactoferrina absorben la proteína y la transportan al sistema linfático, donde proporciona sus efectos beneficiosos.

    Kiryukhin, del Instituto de Investigación e Ingeniería de Materiales, y su equipo han logrado proteger las moléculas de lactoferrina en su viaje a través del estómago al recubrirlas con capas de envoltura gástrica resistente. "Comenzamos con micropartículas de carbonato de calcio. Son porosas, y absorber lactoferrina para producir un 'núcleo' alrededor del cual podemos construir nuestra capa protectora, "dice Kiryukhin". Entonces, disolvemos el carbonato de calcio, dejando la lactoferrina contenida dentro de conchas del tamaño de un micrómetro, diseñado para ser estable dentro del líquido gástrico, sino que se degrade en el líquido intestinal ".

    La cáscara utiliza ocho capas alternas de albúmina de suero bovino y ácido tánico agrupadas en cuatro 'bicapas, " cuales, además de ofrecer protección, también son seguros y baratos. El ácido tánico también tiene sus propias propiedades antioxidantes.

    El equipo de Kiryukhin luego realizó estudios in vitro e in vivo, primero usando enzimas digestivas simuladas para verificar las propiedades deseadas de las cápsulas, antes de probarlos en ratones. En su modelo de ratón, los científicos etiquetaron la proteína con fluorescencia para poder rastrearla a través de las etapas de la digestión. Encontraron altos niveles de lactoferrina en el intestino delgado y el hígado, verificando que la proteína sobrevivió a la digestión gástrica y fue absorbida por los tejidos del intestino.

    Kiryukhin dice que su equipo ahora está evaluando si su proceso es comercialmente viable:"Estamos en conversaciones con varias empresas con respecto a cómo podemos hacer avanzar nuestra tecnología".


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