Cuando se disuelve más sal en una cantidad de agua que la que naturalmente puede contener, se dice que la solución está sobresaturada. La técnica para lograr esto no es especialmente difícil. Se basa en el principio de que el agua caliente puede contener más sal que el agua fría. A menudo, las soluciones sobresaturadas de sal y otros compuestos se utilizan para producir formaciones de cristales inusuales en un aula o laboratorio.
Vierta 8 oz. de agua en una sartén, y lentamente agregue sal. Cuando el exceso de sal comience a descansar en el fondo de la sartén, mueva la sartén a un quemador para calentarla. Revuelva la solución hasta que el resto de la sal se disuelva en el líquido. Agregue lentamente más sal hasta que queden unos pocos cristales en el fondo de la sartén.
Retire la sartén del quemador. Vierta suavemente el agua salada en un recipiente limpio. Tenga cuidado de dejar sal sin disolver en el fondo de la sartén con una pequeña cantidad de agua.
Coloque el recipiente de agua salada en una superficie estable para que se enfríe. Incluso después de que el líquido se enfríe, la cantidad total de sal permanecerá disuelta en la solución. Esta es una solución salina sobresaturada.
Agregue algunos cristales de sal a la solución enfriada. Esto hará que el exceso de sal comience a formar cristales. Los cristales de sal deben comenzar a formarse rápidamente y colocarse en el fondo del contenedor. La formación de cristales demuestra que la solución está sobresaturada.
Consejo
El agua no tiene que hervir para calentarse lo suficiente como para formar la solución salina sobresaturada.