1. Contaminación: El polvo, la suciedad, las huellas digitales e incluso las partículas en el aire pueden acumularse en las lentes y otras partes delicadas del microscopio. Esta contaminación puede dispersar la luz, obstruir la imagen e incluso rayar las delicadas lentes.
2. Vibración: Los microscopios son instrumentos extremadamente sensibles. Incluso ligeras vibraciones, ya sea por tráfico peatonal, maquinaria cercana, o incluso un ligero bulto, pueden desdibujar la imagen y dificultar el concentración.
Estos desafíos no son "enemigos" inherentes en el sentido tradicional, pero pueden ser obstáculos importantes para una visualización clara y precisa bajo un microscopio.