1. Muro celular: Las células vegetales tienen una pared celular rígida hecha de celulosa, hemicelulosa y pectina, que actúa como una barrera contra los virus. Las células animales carecen de esta capa externa rígida.
2. Plasmodesmata: Las células vegetales están interconectadas por Plasmodesmata, pequeños canales que permiten el paso de moléculas pequeñas y algunas proteínas. Sin embargo, estos canales son demasiado estrechos para que la mayoría de los virus pasen.
3. Falta de receptores: Los virus a menudo se unen a receptores específicos en la superficie de las células huésped para ingresar. Las células vegetales a menudo carecen de los receptores específicos a los que los virus deben unirse, lo que dificulta la entrada.
4. Diferentes mecanismos de endocitosis: Las células animales usan endocitosis, un proceso en el que la membrana celular envuelve el material del exterior, para internalizar virus. Las células vegetales tienen diferentes mecanismos de endocitosis que pueden no ser tan efectivos para internalizar los virus.
5. Mecanismos de defensa vegetal: Las plantas han desarrollado un complejo sistema de mecanismos de defensa contra los patógenos, incluidos los virus. Estos mecanismos incluyen la producción de proteínas antivirales, vías de silenciamiento de ARN y la activación de la respuesta hipersensible (HR) para prevenir la propagación viral.
6. Evolución viral: Los virus a menudo se especializan en infectar huéspedes específicos. Los virus vegetales han evolucionado para superar los desafíos de infectar las células vegetales, pero pueden no ser tan eficientes para infectar las células animales.
En resumen, la pared celular rígida, la presencia de plasmodesmata, la falta de receptores específicos y los diferentes mecanismos de endocitosis contribuyen a la dificultad que enfrentan los virus para ingresar a las células vegetales. Además, los mecanismos de defensa de las plantas complican aún más el proceso.