1. Crecimiento: Todos los organismos vivos crecen, y este crecimiento se logra al aumentar el número de células. A partir de un huevo de fertilizado único, crecemos en seres multicelulares complejos porque nuestras células se dividen y se diferencian en tejidos y órganos especializados.
2. Reparación y regeneración: Las células se desgastan constantemente o se dañan debido al desgaste natural, la exposición a toxinas o lesiones. Se necesitan nuevas células para reemplazar las células dañadas o muertas, asegurando que los tejidos y los órganos sigan siendo sanos y funcionales. Así es como sanamos de cortes, rasguños y otras heridas.
3. Reproducción: Para muchos organismos, la reproducción implica la formación de nuevos individuos. Este proceso a menudo requiere la producción de células especializadas, como los gametos (esperma y huevo), que finalmente se combinan para crear descendencia.
4. Mantenimiento y homeostasis: Incluso cuando un organismo no está creciendo, necesita reemplazar las células antiguas o dañadas para mantener su estructura y función. Esto es crucial para el funcionamiento adecuado de todos los sistemas corporales.
5. Especialización y diferenciación: Durante el desarrollo, las células se dividen y se diferencian en células especializadas con funciones específicas. Este proceso es esencial para crear organismos complejos con diversos órganos y tejidos.
En resumen: La división celular es un proceso fundamental esencial para el crecimiento, el desarrollo, la reparación, la reproducción y el mantenimiento general de todos los organismos vivos.