1. Los átomos no se crean ni se destruyen: Este es un principio fundamental de la química, conocido como la ley de conservación de la masa. Los átomos se reciclan constantemente y se reorganizan en varias formas dentro del entorno.
2. El papel de las redes alimentarias: Los átomos en los alimentos se transmiten de un organismo a otro mientras comen. Por ejemplo:
* Las plantas toman nutrientes del suelo y el aire, incorporando átomos como carbono, nitrógeno, fósforo y oxígeno en sus cuerpos.
* Los herbívoros comen plantas, adquiriendo esos átomos.
* Los carnívoros comen herbívoros, transfiriendo aún más estos átomos.
* Los descomponedores descomponen los organismos muertos, devolviendo los átomos al suelo y la atmósfera.
3. Ciclos biogeoquímicos: Estos ciclos describen el movimiento continuo de elementos específicos (como carbono, nitrógeno, fósforo y agua) a través de los sistemas de la Tierra, incluidos los organismos vivos. Aquí hay algunos ejemplos:
* Ciclo de carbono: El dióxido de carbono en la atmósfera es absorbido por las plantas durante la fotosíntesis, se utiliza para construir sus tejidos y liberado nuevamente en la atmósfera a través de la respiración y la descomposición.
* ciclo de nitrógeno: El gas de nitrógeno en la atmósfera se convierte en formas utilizables por bacterias fijadoras de nitrógeno, absorbido por las plantas y se pasa a través de la cadena alimentaria antes de ser devuelto a la atmósfera desnitrificando las bacterias.
* ciclo de fósforo: El fósforo se libera de las rocas a través de la meteorización, absorbida por las plantas y pasa a través de la cadena alimentaria antes de ser devuelto al suelo y el agua.
En resumen: Los átomos no se mueven directamente de un organismo a otro en una transferencia simple. Se reciclan constantemente a través de ciclos biogeoquímicos, pasan a través de las redes alimentarias y se someten a varias transformaciones dentro del medio ambiente.