He aquí por qué:
* Tradición histórica: El latín fue el lenguaje de la ciencia y la erudición durante el tiempo en que se desarrolló el sistema binomial (siglo XVIII).
* Universalidad: El latín es un idioma muerto, lo que significa que ya no se habla. Esto asegura que los nombres científicos sean estables y no estén sujetos a cambios en el lenguaje cotidiano.
* Claridad: El latín es conciso y preciso, lo que lo hace adecuado para la naturaleza estricta e inequívoca de los nombres científicos.
Por ejemplo, el nombre científico para los humanos es *Homo sapiens *. * Homo* es el género, y* sapiens* es la especie.