* Color de la piel: Este fue quizás el rasgo más obvio y ampliamente utilizado, con una piel más clara asociada con la superioridad y la piel más oscura con inferioridad.
* Capacidad craneal: Los científicos creían que el tamaño y la forma del cráneo podrían indicar inteligencia y otras habilidades mentales. A menudo usaban la frenología, el estudio de los baches en el cráneo, para justificar sus afirmaciones.
* Características faciales: También se usaron características como la nariz, los labios y la forma del ojo para distinguir entre las razas, con características europeas a menudo consideradas "ideales".
* Textura del cabello: El cabello recto, ondulado y rizado se asoció con diferentes razas.
* Forma y estatura del cuerpo: Las diferencias de altura, construcción y otras proporciones físicas también se usaron para clasificar a las personas.
Es importante tener en cuenta que estas clasificaciones biológicas a menudo se basaban en la ciencia defectuosa y suposiciones prejuiciosas. Se utilizaron para apoyar las ideologías racistas y justificar la explotación y la opresión de las personas de color.
El concepto de raza como realidad biológica ha sido refutado por la ciencia moderna , que reconoce que hay más variación genética dentro de grupos raciales que entre a ellos. Sin embargo, el legado de las clasificaciones raciales del siglo XIX continúa teniendo un impacto significativo en la sociedad hoy, contribuyendo al racismo sistémico y discriminación Basado en la raza.