Esta simulación por computadora muestra la capa de entrada del viento solar y los eventos de transferencia de flujo (líneas verdes) en la magnetosfera del lado diurno de Mercurio. Crédito:Sun y otros, 2022
Ningún objeto en el sistema solar experimenta el viento solar del sol con más fuerza que Mercurio. El campo magnético del planeta desvía la corriente de partículas cargadas eléctricamente del sol a una distancia de sólo 1.000 kilómetros de la superficie de Mercurio, un punto llamado magnetopausa.
Las líneas del campo magnético del sol son transportadas por el viento solar y se doblan cuando chocan con las de Mercurio. Cuando las condiciones son adecuadas, estas líneas dobladas se rompen y se encuentran con las de Mercurio en un evento llamado reconexión magnética. Durante la reconexión, las partículas del viento solar pueden penetrar el campo magnético de Mercurio. Estas transmisiones de partículas se denominan eventos de transferencia de flujo (FTE) y una ráfaga de FTE en rápida sucesión se conoce como lluvia de FTE.
En un estudio publicado en Journal of Geophysical Research:Space Physics , Sol et al. investigar el efecto de estas lluvias en la superficie del planeta utilizando los datos recopilados por la nave espacial MESSENGER (Superficie de Mercurio, Medio Ambiente Espacial, Geoquímica y Alcance) de la NASA, que orbitó Mercurio entre 2011 y 2015. A medida que la nave espacial atravesaba la magnetopausa de Mercurio y se dirigía a la superficie, el espectrómetro de masas de iones integrado, FIPS (Fast Imaging Plasma Spectrometer), registró la abundancia local de iones del grupo sodio, incluidos los iones de sodio, magnesio, aluminio y silicio. Simultáneamente, un magnetómetro a bordo midió el entorno magnético local. Durante el curso de la misión orbital de MESSENGER, este escenario ocurrió 3748 veces, y la mitad incluyó la observación de una lluvia FTE.
Los autores realizan un análisis estadístico de la abundancia de iones del grupo sodio en la atmósfera de Mercurio. Durante los acercamientos que coinciden con una lluvia FTE, encuentran que la abundancia de iones del grupo de sodio en la atmósfera es aproximadamente un 50% mayor durante los períodos de lluvia no FTE. Después de examinar varios mecanismos potenciales para esta mejora, los científicos concluyen que el chisporroteo del viento solar es la causa más probable.
Estas observaciones de MESSENGER son un indicador importante del dinamismo de la delgada atmósfera de Mercurio, según los autores. Además, es probable que llegue más información a principios de 2026 cuando la misión conjunta europeo-japonesa BepiColombo llegue a Mercurio. La misión consta de dos naves espaciales, una dirigida a Mercurio y otra dirigida a su magnetosfera. Trabajando en conjunto, deberían proporcionar detalles sin precedentes sobre la pulverización de viento solar inducida por FTE.
Esta historia se vuelve a publicar por cortesía de Eos, organizada por la Unión Geofísica Estadounidense. Lea la historia original aquí. La misión espacial europea-japonesa obtiene el primer vistazo de Mercurio