macromoléculas:
* carbohidratos: Principalmente azúcares como fructosa, glucosa y sacarosa, que proporcionan dulzura y energía. Estos son carbohidratos complejos como almidón, pectina y celulosa, que contribuyen a la estructura y la textura de la manzana.
* proteínas: Encontrados en la piel, la carne y las semillas, están involucrados en diversas funciones como el crecimiento, la defensa y la actividad enzimática.
* lípidos (grasas): Presente en cantidades más pequeñas, estos contribuyen al sabor de la manzana, la textura y el valor nutricional.
* agua: Las manzanas son principalmente agua, lo que contribuye a su jugosidad y frescura.
Otras moléculas:
* vitaminas: Las manzanas son ricas en vitaminas como vitamina C, vitamina A y vitaminas B, importantes para diversas funciones corporales.
* minerales: Contienen minerales como potasio, calcio, hierro y fósforo, esencial para la salud ósea, la producción de energía y otras funciones vitales.
* fitoquímicos: Estos son compuestos vegetales con posibles beneficios para la salud, como los antioxidantes. Los ejemplos incluyen flavonoides, antocianinas y quercetina.
* ácidos orgánicos: El ácido málico le da a las manzanas su sabor agrio. Otros ácidos como el ácido cítrico y el ácido tartárico contribuyen a su gusto.
Estructura celular:
* celulosa: Forma las paredes celulares rígidas de la manzana, dándole su estructura y firmeza.
* pectina: Un polisacárido complejo que se encuentra en las paredes celulares que contribuye a la textura similar a la gel de la manzana.
* hemicelulosa: Otro polisacárido presente en las paredes celulares que contribuye a la estructura de la manzana.
En general:
La estructura molecular de una Apple es una red dinámica e intrincada de moléculas, cada una que contribuye a sus propiedades únicas. Comprender los componentes principales nos brinda información sobre el valor nutricional, el sabor y la textura de la manzana.