Por qué se consideran autónomos:
* ADN propio: Tanto las mitocondrias como los cloroplastos tienen su propio ADN circular, separado del ADN nuclear de la célula. Este ADN codifica algunas de las proteínas del orgánulo y el ARN ribosómico, lo que les permite sintetizar algunas de sus propias proteínas.
* propios ribosomas: También tienen sus propios ribosomas, diferentes de los ribosomas de la célula, que se utilizan para traducir su ADN en proteínas.
* auto-replicación: Ambos orgánulos pueden replicarse independientemente a través de la fisión binaria, similar a cómo se reproducen las bacterias.
Por qué se consideran semiautónomos:
* Dependencia de la celda: Si bien tienen su propia maquinaria de síntesis de ADN y proteínas, confían en la célula para muchos componentes esenciales. Por ejemplo, necesitan proteínas codificadas por el ADN nuclear, y necesitan moléculas como lípidos y carbohidratos producidos por la célula.
* Información genética limitada: Su propio ADN es relativamente pequeño en comparación con el ADN nuclear de la célula, lo que significa que solo codifican una pequeña porción de sus proteínas. Necesitan importar muchas proteínas esenciales de la célula.
En resumen:
Las mitocondrias y los cloroplastos tienen un grado de autonomía debido a su propio ADN, ribosomas y capacidades de replicación. Sin embargo, todavía dependen de la célula para muchas funciones vitales, de ahí el "semi" en "semiautónomo".
Se cree que esta naturaleza semiautónoma es una consecuencia de sus orígenes evolutivos. Se cree que tanto las mitocondrias como los cloroplastos se originaron en bacterias de vida libre que estaban envueltas por células eucariotas tempranas. Con el tiempo, estas bacterias evolucionaron para integrarse en la célula, pero conservaron algunas de sus características originales.