1. Reproducción asexual:
* Formación de esporas: Este es el método más común. Los hongos producen esporas, que son unidades reproductivas unicelulares que pueden desarrollarse en nuevas personas. Estas esporas se liberan al medio ambiente y pueden dispersarse por el viento, el agua o los animales.
* en ciernes: Algunos hongos, como la levadura, se reproducen por la nía. Un pequeño crecimiento, llamado brote, se forma en la celda principal. El brote crece y finalmente se separa del padre, convirtiéndose en un nuevo individuo.
* Fragmentación: Una parte de las hifas de hongos (los filamentos tipo hilo que componen el cuerpo fúngico) puede romperse y convertirse en un nuevo individuo.
2. Reproducción sexual:
* Fusión de hifas: Dos hifas compatibles de diferentes individuos se fusionan juntas. Esta fusión forma una estructura llamada cigoporte, que sufre meiosis para producir esporas haploides.
* Formación de basidiosporas: En los basidiomicetos (como los hongos), la reproducción sexual implica la formación de basidiosporas en estructuras especializadas llamadas basidia. Estas esporas se liberan y pueden germinar en nuevas personas.
* Formación de ascosporas: En los ascomicetes (como las trufas y las morillas), la reproducción sexual implica la formación de ascosporas dentro de una estructura tipo saco llamada ascus. Estas esporas se liberan y pueden germinar en nuevas personas.
3. Reproducción parasexual:
* Este es un método menos común que combina elementos de reproducción asexual y sexual. Implica la fusión de núcleos de diferentes individuos, pero sin la formación de un cigoto o meiosis. La reproducción parasexual puede conducir a la diversidad genética dentro de una población fúngica.
Es importante tener en cuenta que no todos los hongos pueden reproducirse de las tres maneras. Algunos hongos solo pueden reproducirse de manera asexual, mientras que otros pueden reproducirse sexualmente y de manera asexual. Los métodos específicos de reproducción pueden variar según las especies de hongos.