He aquí por qué:
* Células óseas (osteocitos): Estas células participan principalmente en el mantenimiento de la estructura ósea y la homeostasis mineral. Su principal fuente de energía es la glucólisis anaerobia, que no requiere oxígeno y es menos eficiente que la respiración aeróbica en la que están involucradas las mitocondrias.
* razonamiento: La matriz ósea, donde residen los osteocitos, es un entorno relativamente pobre en oxígeno. Tener muchas mitocondrias sería ineficiente y potencialmente dañino debido a la producción de especies reactivas de oxígeno.
* glóbulos rojos (eritrocitos): Su función principal es transportar oxígeno por todo el cuerpo. Carecen de un núcleo y la mayoría de los orgánulos, incluidas las mitocondrias, para maximizar el espacio para la hemoglobina, la proteína de transporte de oxígeno.
* razonamiento: Las mitocondrias consumen oxígeno, que competiría con la hemoglobina por el mismo recurso. También producen calor, lo que podría interferir con la delicada regulación de la temperatura de la sangre.
Por lo tanto, las células óseas y los glóbulos rojos se han adaptado a sus funciones y entornos específicos al minimizar su dependencia de las mitocondrias. Esto les permite realizar sus tareas de manera más eficiente y efectiva.