Los síntomas de la disentería incluyen:
* Diarrea severa, a menudo con sangre y moco.
* Dolor abdominal y calambres.
* Fiebre
* Náuseas y vómitos
*Pérdida de apetito
* Pérdida de peso
* Deshidratación
La disentería se puede transmitir por contacto con agua o alimentos contaminados, o por contacto directo con una persona infectada. Es más común en los países en desarrollo, donde las condiciones de saneamiento e higiene son deficientes.
El tratamiento para la disentería generalmente implica antibióticos o medicamentos antiprotozoarios para matar la infección, así como medidas de apoyo como reposo, líquidos y electrolitos para prevenir la deshidratación. En casos graves, puede ser necesaria la hospitalización.
La prevención de la disentería incluye practicar una buena higiene, como lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón y beber únicamente agua hervida o filtrada. También es importante evitar comer alimentos crudos o poco cocidos, especialmente en zonas donde la disentería es común.