La densidad es una propiedad importante de la materia porque puede usarse para determinar la pesadez o ligereza relativa de una sustancia. Por ejemplo, el plomo tiene una densidad mayor que el aluminio, lo que significa que tiene más masa por unidad de volumen. La densidad también juega un papel en la flotabilidad, que es la fuerza hacia arriba ejercida por un fluido (líquido o gas) sobre un objeto sumergido en él. La flotabilidad es mayor en fluidos con mayor densidad, razón por la cual los objetos flotan más fácilmente en agua que en petróleo.
En física, la densidad se utiliza a menudo para calcular otras propiedades físicas, como la presión, la fuerza y el trabajo. También se utiliza en química para determinar la concentración de soluciones y calcular la masa molar de sustancias.