Modelos físicos Son representaciones tridimensionales de objetos reales. A menudo se utilizan en ingeniería y arquitectura para probar diseños y visualizar cómo funcionará un sistema. Por ejemplo, se podría utilizar un modelo físico de un automóvil para probar su aerodinámica en un túnel de viento.
Modelos matemáticos Son conjuntos de ecuaciones que describen el comportamiento de un sistema. A menudo se utilizan en física, química y economía para estudiar y predecir el comportamiento de sistemas complejos. Por ejemplo, se podría utilizar un modelo matemático de una reacción química para predecir cómo se desarrollará la reacción con el tiempo.
Modelos computacionales Son programas informáticos que simulan el comportamiento de un sistema. A menudo se utilizan en biología, ecología e ingeniería para estudiar sistemas que son demasiado complejos para estudiarlos en el laboratorio. Por ejemplo, se podría utilizar un modelo computacional de un bosque para estudiar cómo responderá el bosque a los cambios climáticos.
Los modelos son similares a los objetos reales que representan en varios aspectos. Primero, tanto los modelos como los objetos reales tienen propiedades y comportamientos. Por ejemplo, un modelo físico de un automóvil tiene la misma forma y estructura que un automóvil real y se puede mover y probar de la misma manera. Un modelo matemático de una reacción química describe las mismas propiedades y comportamientos de la reacción real, como la velocidad de la reacción y los productos que se forman.
En segundo lugar, para hacer predicciones se pueden utilizar tanto modelos como objetos reales. Por ejemplo, se puede utilizar un modelo físico de un automóvil para predecir cómo se comportará el automóvil en una prueba de choque. Se puede utilizar un modelo matemático de una reacción química para predecir cómo se desarrollará la reacción con el tiempo.
En tercer lugar, tanto los modelos como los objetos reales pueden utilizarse para obtener nuevos conocimientos sobre el mundo que nos rodea. Por ejemplo, los modelos físicos del cuerpo humano nos han ayudado a comprender cómo funciona el cuerpo. Los modelos matemáticos de la economía nos han ayudado a comprender cómo se comporta la economía.
Sin embargo, también existen diferencias importantes entre los modelos y los objetos reales. Primero, los modelos son representaciones simplificadas de objetos reales. No incluyen todos los detalles del objeto real y es posible que no sean exactos en todos los aspectos. Por ejemplo, un modelo físico de un automóvil no tiene el mismo motor o transmisión que un automóvil real. Un modelo matemático de una reacción química no tiene en cuenta todas las posibles interacciones entre las moléculas de la reacción.
En segundo lugar, los modelos no pueden utilizarse para reemplazar objetos reales. Sólo pueden utilizarse para estudiar y comprender objetos reales. Por ejemplo, un modelo físico de un automóvil no se puede utilizar para circular por la carretera. No se puede utilizar un modelo matemático de una reacción química para producir sustancias químicas en el laboratorio.
En tercer lugar, los modelos pueden utilizarse para engañar a la gente. Si un modelo no es exacto, puede llevar a las personas a sacar conclusiones incorrectas sobre el mundo real. Por ejemplo, un modelo matemático de la economía que no tiene en cuenta todos los factores que afectan la economía puede llevar a las personas a hacer predicciones incorrectas sobre el futuro de la economía.