Células internas:
Las células internas son células que se encuentran dentro de un organismo o tejido, rodeadas de otras células y estructuras. No están directamente expuestos al ambiente externo. Las células internas pueden realizar diversas funciones, como el metabolismo, la reproducción y proporcionar soporte estructural. Ejemplos de células internas incluyen las que se encuentran en el hígado, los músculos y los órganos internos.
Células externas:
Las células externas son células que se encuentran en la capa más externa de un organismo o tejido, directamente frente al entorno externo. Están expuestos a las condiciones externas y sirven como barrera protectora. Las células externas pueden realizar funciones como la absorción, secreción y recepción sensorial de nutrientes. Ejemplos de células externas incluyen células de la piel, células epiteliales que recubren las cavidades internas y células ciliadas.
La distinción entre células internas y externas es crucial para comprender la organización y función de los tejidos y organismos. Las células internas son esenciales para mantener el ambiente interno y llevar a cabo diversos procesos fisiológicos, mientras que las células externas brindan protección e interactúan con el ambiente externo.