La teoría del ajuste inducido está respaldada por una serie de observaciones experimentales. Por ejemplo, los estudios han demostrado que la unión de una molécula de sustrato a una enzima cambia el espectro de absorción de la enzima, lo que indica que se ha producido un cambio conformacional. Además, los estudios han demostrado que la velocidad de una reacción catalizada por una enzima aumenta a medida que aumenta la temperatura, lo que es consistente con la idea de que la enzima debe sufrir un cambio conformacional para unirse a la molécula del sustrato.
La teoría del ajuste inducido es un modelo útil para comprender cómo funcionan las enzimas. Proporciona un marco conceptual para comprender cómo las enzimas pueden catalizar reacciones con tan alta eficiencia y especificidad.