La psicología evolutiva se centra en comprender el valor adaptativo del comportamiento humano, como por qué experimentamos emociones, formamos vínculos sociales y participamos en ciertas estrategias reproductivas. Sugiere que muchos mecanismos y comportamientos psicológicos evolucionaron porque ayudaron a nuestros antepasados a adaptarse a su entorno y aumentar su capacidad reproductiva. Por ejemplo, el miedo y la ansiedad pueden haber evolucionado como respuestas adaptativas a las amenazas, ayudando a nuestros antepasados a evitar el peligro y sobrevivir.
Al examinar el comportamiento humano y la psicología desde una perspectiva evolutiva, los investigadores pretenden obtener información sobre por qué nos comportamos como lo hacemos y comprender las raíces evolutivas más profundas de nuestros pensamientos, emociones y comportamientos.