Hay miles de enzimas en una sola célula, cada una de las cuales realiza reacciones bioquímicas específicas esenciales para la supervivencia y funcionalidad de la célula. Cada tipo de enzima es responsable de una reacción química particular, lo que permite a las células llevar a cabo una amplia gama de procesos biológicos. La cantidad de enzimas en una célula varía según el tipo de célula, su función y las vías metabólicas que ocurren dentro de ella. Por ejemplo, una célula del hígado, que participa en la desintoxicación, el metabolismo y el almacenamiento, tiene miles de enzimas diferentes, mientras que un glóbulo rojo, que transporta principalmente oxígeno, tiene un conjunto más limitado de enzimas. La presencia y actividad de enzimas específicas están estrechamente reguladas para garantizar la homeostasis celular y respuestas apropiadas a diversos estímulos.