Durante el proceso de descomposición, las bacterias anaeróbicas descomponen la materia orgánica del cuerpo humano en ausencia de oxígeno. Este proceso produce gases como metano, dióxido de carbono y sulfuro de hidrógeno. También da lugar a la formación de diversos ácidos y compuestos orgánicos, que contribuyen al olor característico de la carne en descomposición.
La descomposición aeróbica, por el contrario, se produce en presencia de oxígeno. Normalmente se asocia con la descomposición de la materia orgánica en entornos como el suelo o el compost.