1. Daño a las proteínas y envejecimiento:el envejecimiento a menudo se asocia con la acumulación de daño celular, incluido el daño a las proteínas. Las proteínas pueden sufrir varios tipos de daños, como oxidación, glicación y degradación proteolítica. Estas proteínas dañadas pueden perder su estructura y función normales, lo que provoca disfunción celular y, en última instancia, contribuye al proceso de envejecimiento.
2. Agregación y plegamiento incorrecto de proteínas:el daño de las proteínas también puede provocar agregación y plegamiento incorrecto de proteínas. Las proteínas mal plegadas o agregadas pueden acumularse dentro de las células e interferir con los procesos celulares, lo que eventualmente conduce a toxicidad celular y contribuye a los cambios relacionados con el envejecimiento.
3. Proteínas chaperonas y proteostasis:existen procesos celulares para mantener el control de la calidad de las proteínas y prevenir la acumulación de proteínas dañadas. Las proteínas chaperonas ayudan en el plegamiento de las proteínas y previenen su plegamiento incorrecto, mientras que el proteosoma es una maquinaria celular responsable de degradar las proteínas dañadas o mal plegadas. La disminución relacionada con la edad en la función de las chaperonas y la actividad del proteosoma puede provocar la acumulación de proteínas dañadas y contribuir al envejecimiento.
4. Homeostasis y longevidad de las proteínas:Mantener la homeostasis de las proteínas es crucial para la longevidad. Varios estudios, incluidos aquellos que involucran organismos modelo como levaduras y gusanos, han demostrado que las intervenciones que mejoran la homeostasis de las proteínas, como aumentar la expresión de ciertas proteínas chaperonas o mejorar la función del proteasoma, pueden extender la vida útil y retrasar los cambios relacionados con el envejecimiento.
5. Inhibición del proteasoma y envejecimiento:Se ha demostrado que la inhibición del proteasoma, que es responsable de degradar las proteínas dañadas, acelera el envejecimiento en organismos modelo. Esto sugiere que mantener la actividad del proteasoma y la degradación eficiente de las proteínas son esenciales para prevenir la acumulación de proteínas dañadas y daños.
En general, proteger las proteínas manteniendo el control de su calidad, previniendo el daño y la agregación y asegurando una degradación eficiente de las proteínas puede ayudar a preservar la función celular, prevenir la acumulación de daño celular y, en última instancia, contribuir a prevenir o ralentizar el proceso de envejecimiento.