La rana sin pulmones ha sido estudiada durante décadas y se creía que era la única especie de rana sin pulmones. Esta característica única lo convirtió en un tema intrigante para los investigadores, que buscaban comprender cómo sobrevivía sin el órgano esencial responsable del intercambio de gases.
Sin embargo, los avances recientes en la tecnología de imágenes han permitido a los científicos observar más de cerca a la rana sin pulmones y revelar una verdad oculta. Utilizando exploraciones micro-CT de alta resolución, los biólogos descubrieron que *Sylvicola thorectes* posee pulmones rudimentarios, aunque de tamaño muy reducido en comparación con otras ranas.
El descubrimiento de estos pulmones vestigiales plantea dudas sobre la vía evolutiva que condujo a la reducción de los pulmones en esta especie. Es posible que *Sylvicola thorectes* evolucionara a partir de un ancestro lanzado que se adaptó a un nicho ecológico específico, donde respirar a través de la piel era suficiente para sobrevivir. Con el tiempo, la selección natural puede haber favorecido a individuos con pulmones más pequeños, permitiéndoles explotar mejor su entorno.
La presencia de estos pulmones rudimentarios también desafía la comprensión actual del desarrollo pulmonar en los anfibios. Tradicionalmente, se suponía que los pulmones se desarrollaban una vez durante la evolución de los vertebrados, y se pensaba que las ranas sin pulmones los habían perdido secundariamente. Sin embargo, el descubrimiento de pulmones vestigiales en *Sylvicola thorectes* sugiere que la evolución pulmonar puede ser más compleja e implicar tanto ganancias como pérdidas a lo largo de la historia evolutiva.
Además, este hallazgo resalta la importancia de los avances tecnológicos en el avance del conocimiento científico. El uso de técnicas de imagen avanzadas permitió a los investigadores descubrir estructuras ocultas y obtener una comprensión más profunda de la biología de las especies.
En conclusión, el descubrimiento de que la rana sin pulmones sí tiene pulmones desafía creencias arraigadas y abre nuevas vías para la investigación de la evolución de los anfibios y los intrincados mecanismos de desarrollo y adaptación de los órganos.