Según los resultados de un estudio publicado en la revista Current Biology, los análisis genéticos del ADN del Solitario George revelaron que compartía material genético con otras poblaciones de tortugas gigantes de diferentes islas de Galápagos. Esto sugiere que todavía puede haber individuos estrechamente relacionados pertenecientes a la misma especie, Chelonoidis Elephantopus, que residan en diferentes lugares dentro del archipiélago.
El estudio, realizado por un equipo internacional de investigadores dirigido por Stephen Gaughran de la Universidad de Princeton, analizó el ADN extraído de los tejidos conservados del Solitario George. Al comparar su perfil genético con muestras de poblaciones de tortugas existentes en las islas de Pinzón, Santa Cruz y San Cristóbal, el equipo identificó similitudes genéticas y una posible ascendencia compartida.
Aunque el Solitario George no tuvo descendencia directa, su herencia genética perdura a través de estas otras poblaciones de tortugas, que muestran evidencia de mestizaje e intercambio genético entre las diferentes islas. Estos hallazgos ofrecen nuevos conocimientos sobre la interconexión de las especies de tortugas de Galápagos y resaltan la importancia de los esfuerzos de conservación para proteger su diversidad genética.
Los hallazgos del estudio brindan esperanza de que el legado del Solitario George no se pierda por completo, ya que su legado genético persiste en otras poblaciones de tortugas. Subraya la importancia de las iniciativas de conservación en curso destinadas a preservar la biodiversidad única de las Islas Galápagos, asegurando la supervivencia de estas magníficas criaturas para las generaciones futuras.