Consideremos el caso de las avispas del higo. Las avispas de las higueras son actores esenciales en el proceso de polinización de las higueras. Estas diminutas avispas que no pican tienen una estrategia reproductiva inusual. Las avispas hembras entran en un higo a través de una pequeña abertura y ponen sus huevos dentro de las pequeñas flores que contiene el higo encerrado. A medida que las larvas de avispa se desarrollan, se alimentan de las semillas del higo y liberan polen, fertilizando las flores.
Pero aquí es donde las cosas se ponen interesantes:cuando la avispa hembra entra en el higo, lleva consigo pequeños ácaros de una especie específica. Estos ácaros no dañan al higo ni a las avispas, pero se adhieren a las larvas de avispa. A medida que las larvas crecen, llevan consigo los ácaros mientras se convierten en avispas adultas.
Estos ácaros juegan un papel crucial. A medida que las avispas adultas emergen de las higueras, sin darse cuenta se convierten en portadoras de los ácaros, transportándolos sin darse cuenta a otras higueras. Cuando las avispas hembras entran en higos nuevos para poner sus huevos, llevan consigo los ácaros. Esto permite que los ácaros se reproduzcan en nuevos lugares e infesten higos que de otro modo serían inaccesibles.
Los ácaros se benefician directamente de esta asociación con las avispas del higo. Sin embargo, las avispas mismas no parecen obtener ningún beneficio directo al portar los ácaros. De hecho, al transportar los ácaros, las avispas de los higos esencialmente ayudan a la reproducción de una especie diferente a expensas de sus propios esfuerzos de polinización de higos.
Este ejemplo inusual de cooperación entre especies no relacionadas plantea preguntas importantes sobre los mecanismos evolutivos que impulsan tal comportamiento. ¿Por qué las avispas del higo realizarían un acto aparentemente altruista?
Una posible explicación radica en la selección de parentesco, una teoría introducida por el biólogo evolutivo William D. Hamilton. Según la selección de parentesco, los individuos pueden comportarse de manera altruista con personas que no son parientes si esto beneficia indirectamente a parientes que comparten genes similares. En el caso de las avispas de las higueras, es posible que el beneficio indirecto de ayudar a que los ácaros se propaguen repercuta indirectamente en los parientes de las avispas a través de la polinización exitosa de las higueras.
Otra teoría es que las avispas se benefician de una especie diferente de ácaro que ataca a los ácaros que se alimentan de las crías de avispa del higo. Esta explicación sugiere que las avispas permiten que los ácaros beneficiosos hagan autostop.
Independientemente del mecanismo evolutivo preciso que esté en funcionamiento, el comportamiento exhibido por las avispas del higo y sus asociaciones con los ácaros ejemplifica las complejidades y complejidades de la cooperación en la naturaleza. Incluso cuando parece que organismos no relacionados se ayudan entre sí, puede haber presiones selectivas subyacentes que expliquen por qué tales conductas altruistas persisten y evolucionan. Estos ejemplos desafían nuestra comprensión convencional del egoísmo como la principal fuerza impulsora de la evolución y ofrecen vislumbres de las diversas formas en que las especies interactúan y prosperan en comunidades ecológicas complejas.